Los antidisturbios cargan en Milán contra los estudiantes que se manifestaron ayer en varias ciudades de Italia contra los recortes en la educación pública. (AP)
Francesco Profumo, nuevo ministro de Educación, tuvo su particular comité de bienvenida: 150.000 jóvenes se echaron a la calle en 60 ciudades de toda Italia para recordarle que él, como rector de la Universidad de Turín, había aceptado de buen grado la reforma educativa que su antecesora, Maria Stella Gelmini, aprobó hace ahora un año, contribuyendo, con los recortes indiscriminados, al deterioro de la escuela pública y de la investigación universitaria.
En Roma, donde las manifestaciones en el centro están prohibidas entre semana tras los graves disturbios provocados por la represión policial del 15-O, los estudiantes desafiaron la normativa impuesta por el alcalde, Gianni Alemanno, acompañados por los miembros del sindicato Cobas contra la precariedad laboral.
La cabecera llevaba un amplio cartel en el que quedaba plasmada su opinión sobre el nuevo Ejecutivo: "Perfume [por Profumo] de austeridad. No al Gobierno de los sacrificios". Portando los ya clásicos escudos de poliespán de las protestas estudiantiles italianas (de colores y con eslóganes), lograron llegar hasta el Senado, donde lanzaron huevos y naranjas contra la fachada en pleno discurso de Monti.
"Llevamos meses diciendo que no nos representa ninguno. Ni el anterior Gobierno Berlusconi, ni este de Monti", explicó uno de los jóvenes al canal RaiNews 24 horas. "Esto es sólo el principio", dijo otro.
Las mismas escenas se repitieron en Florencia, Bolonia, Palermo o Turín. En Milán, los estudiantes se habían propuesto llevar su protesta a la universidad privada Bocconi, de la que Monti es presidente. También lanzaron huevos a la sede de la Asociación de Bancos Italianos y contra Confindustria.
Además se registraron enfrentamientos con la policía, cuando los represores trataron de impedir el recorrido natural de la manifestación.
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