domingo, 20 de noviembre de 2011

Participación e Influencias Anarquistas en el Movimiento “Occupy Wall Street”




Los planteamientos libertarios han influido de forma importante en la organización interna de las protestas.



He estado leyendo los debates en español sobre el movimiento “Occupy Wall Street” y veo que hay mucha falta de información y curiosidad acerca de cómo surgió este movimiento, cómo se organiza, y cuál ha sido la posición de las anarquistas al respecto. La información que les comparto viene de conversaciones con David Graeber que fue uno de los organizadores originales de las asambleas en Nueva York de donde surgió el movimiento, nuestras propias observaciones de los eventos  “Occupy” en Austin, Texas, y de los debates entre activistas anarquistas en las listas y foros aquí en los Estados Unidos, entre otras fuentes.[1]
Una revista cultural Canadiense que critica los anuncios comerciales – Adbusters, convocó, en su edición de julio 2011 y por su lista de correos que llega  aproximadamente a 90.000 personas en Canada y los EEUU, una ocupación de Wall Street el 17 de septiembre.  Parece que Adbusters creía en la idea que se ha difundido en los medios ultimamente, acerca de los movimientos en Egipto y Túnez, que hoy en día la revolución se arma por correo electronico y Facebook. Como respuesta, se formó una coalición de ONGs, sindicatos, y grupos socialistas que anunciaron una “Asamblea General” el 2 de agosto en un parque cerca de Wall Street (“Bowling Green”) para organizar la ocupación, que Adbusters luego anunció. Se corrió la voz por los medios militantes de Nueva York.  Unos cuantos activistas anarquistas de allá empezaron a debatir sobre cómo responder. La revista Adbusters tiene cierta fama e influencia, era muy posible que llegase mucha banda al parque debido a su convocatoria: ¿Deberían asistir los anarquistas a la asamblea para intentar instigar algo interesante? Unos dijeron que no querían nada que ver con algo convocado por socialistas e Adbusters, una revista “progresista” medio burguesa.  Otros decidieron irse, incluso gente que había participado en la Red de Acción Directa (Direct Action Network – DAN) que coordinaba las manifestaciones y acciones directas en Norteamérica entre 1999 (Seattle) y 2003. 
Cuando llegaron los activistas anarquistas y antiautoritarios al parque el 2 de agosto, ya estaban allí los del Workers World Party (“Partido Mundial de los Obreros” - que los anarquistas conocen como Estalinistas), con sus micrófonos y banderas, diciéndole a la gente allí congregada que el plan (su plan) era marchar a Wall Street inmediatamente. También habían llegado los Trotskistas del ISO (International Socialist Organization), varios activistas de movimientos estudiantiles, y activistas que habían participado en un plantón (“Bloombergville”) contra el nuevo programa de austeridad implementado por el alcalde de la ciudad de Nueva York, que se habían dispersado poco antes. 
El grupito de anarquistas anduvo entre los grupos buscando gente de posible afinidad política, reconociendo caras y playeras de Comida no Bombas, colectivos Zapatistas, la Cruz Negra, etc.  Preguntaron a estas personas si querían tener una verdadera asamblea para organizar una ocupación, en vez de seguir a los líderes del WWP en una marcha.  Poco después, el grupito antiautoritario - ahora más amplio – convocó una asamblea para las 8pm allí mismo e hicieron correr la voz entre las demás grupos que estaban todavía en el parque.  Mientras tanto, los del WWP se fueron a su marcha. Los del ISO (los Trotskistas) se dividieron entre la marcha del WWP y la asamblea.  Muchos estudiantes y los activistas de “Bloombergville” se quedaron para la asamblea.  Estuvieron también una pareja de España que había participado en el movimiento de “los indignados” durante los meses anteriores en España, un hombre de Túnez que estuvo allá durante la rebelión, y una mujer anarquista de la red antiautoritaria VOID de Grecia, y todos contribuyeron sus perspectivas y consejos.
Lo primero que se trató en esa primera asamblea fue la cuestión de proceso: Decidieron que la asamblea funcionaría por “consenso modificado”; es decir, primero se intenta llegar a acuerdos por consenso unánime, pero si después de mucho debate el conflicto queda sin resolver, i.e., si por lo menos dos personas siguen bloqueando, con un voto de 2/3 se toma una decisión. Decidieron que hubiese una Asamblea General cada sábado para organizar la ocupación. Se formaron comités (“working groups”): Un grupo para organizar talleres de formación en moderación/ consenso, un grupo para organizar talleres de desobediencia civil, de cómo trabajar en grupos de afinidad, de acción directa, etc.  (Hoy en día los comités son muchos más – hay más de 35 comités, incluso uno de sanidad, una biblioteca popular, un comité médico, etc.)  Se decidió al principio que los comités serían autónomos en su proceso interno, y relatarían sus avances y planes a la Asamblea General (AG).  Sin embargo, como la AG también decidió que se respetaría el principio de “diversidad de tácticas”, dijeron que si un grupo de afinidad quisiera preparar una acción sin informar a la AG por razones prácticas o de seguridad, tendrían  todo el derecho a hacerlo. Para que este modelo sirviera, acordaron que si un grupo de afinidad quisiera hacer algo muy combativo, que lo hicieran de tal manera que se evitara lo más posible poner a los demás activistas en peligro, y a su vez los otros activistas no cuestionarían la decisión de realizar tal acción. 
Entre el 2 de agosto y el 17 de septiembre los anarquistas que estuvieron al inicio intentaron atraer más activistas anarquistas para que el movimiento no quedara dominado por sectas autoritarias, y para que les ayudaran en los talleres de acción directa, consenso, etc.  Llegó más gente de la vieja Red de Acción Directa (DAN),  unos cuantos del “War Resisters League”, US Uncut, Comida no Bombas, el IWW, y otros insurrecionalistas más.  Muchos anarquistas, sin embargo, no quisieron involucrarse diciendo que no tenían fe ni interés en el movimiento por ser una coalición de gente con mucha diversidad política, i.e. gente sin mucha experiencia política, reformistas liberales, Marxistas, etc., y también porque consideraban que una acampada no iba a ser suficientemente combativa como táctica.  Es cierto que era, y sigue siendo, una coalición muy amplia, con todos los retos que ello implica.  Los del WWP se han ido, pero muchos del ISO siguen involucrados como individuos (el ISO mandó que sus integrantes se retiren, pero varios no obedecieron), y sigue habiendo varios conflictos entre los anarquistas y ellos.  Por ejemplo, tuvieron que luchar por el control de la pagina web, y es por eso que hay dos paginas.[2]  Mientras tanto, se han agredado miles de personas más – cada vez que la policía intenta reprimir, más gente sale.  La energía, la rabia, y la necedad que se muestra en vez de la habitual apatía nos han sorprendido a todos.  Y parece que aunque haya gente muy diversa políticamente, como ya está establecida la asamblea y sus procesos, incluso la “diversidad de tácticas”, todos agitan a su modo, y hasta ahora han podido cooperar sin mayores problemas.
Todo esto acerca del movimiento en Nueva York. La descripción anterior no se aplica necesariamente a los movimientos en las demás ciudades.  Por todos lados se ocupa en consenso, se organiza una asamblea general y comités, y se comparte la idea que sean “autónomos”. Pero en unos casos la definición de autonomía no es muy precisa, y no respetan el principio de “diversidad de tácticas”.  Por ejemplo, aquí en Austin, Texas, ha habido una bronca enorme las dos semanas pasadas acerca de un grupo de gente “sin techo” que intentó hacer un plantón al lado opuesto del rio del plantón principal de “Occupy Austin” junto con un grupo de anarquistas que se solidarizaron con ellos.  La asamblea general de “Occupy Austin” denunció el plantón de los sin-techos, diciendo que estaban “secuestrando” el movimiento “autentico” de Occupy Austin, cuyo propósito es simplemente “apoyar al movimiento de Wall Street”.  También dijeron que este otro plantón “ensuciaría” el nombre del movimiento “real” porque los sin-techos deberían pedir un “permiso para acampar” como hicieron ellos.  Claro que esa gente blanca de clase media del primero plantón no reflexiona sobre cómo su privilegio les ayuda a conseguir un “permiso para acampar”, y además están negando completamente la definición de “ocupar”.  Por fin los anarquistas aquí en Austin respondimos entregando una propuesta a la asamblea general en Nueva York, pidiéndoles una palabra oficial en apoyo al plantón de los sin-techos. Por lo tanto los de Occupy Austin no pueden decir que están “apoyando el movimiento en Wall Street” si no apoyan a los sin techos.  La asamblea en NY aceptó la propuesta, y manifestaron su apoyo el 15 de Octubre.  A ver qué pasa… Es muy probable que haya dos ocupaciones distintas.
Les cuento esta historia como un ejemplo: El conflicto en Austin ha sido sólo uno entre un montón de conflictos parecidos que están surgiendo en el movimiento nacional acerca de cómo y cuánto el movimiento responde a la  opresión y necesidades particulares de la gente más marginalizada, de la gente de color, de los sin-techos, de las mujeres, y de los indígenas cuyas tierras ya han sido “ocupadas” por una población colonizadora.  Para visibilizar esta última cuestión, en Montreal, Canadá (de donde soy yo) se hicieron dos acciones simultáneas el 15 de octubre: “Ocupamos Montreal”, y “Descolonizamos Montreal” organizada por los anarquistas.  En Nueva York y otras ciudades se están formando asambleas generales en español que se coordinan con la asamblea general en inglés, para mejor involucrar a la gente hispanohablante.  Es decir, hay mucho debate, muchos experimentos, e infinitos retos.
Ha habido debate constante entre anarquistas en los EEUU sobre si deberíamos participar, y cómo.  En todas las ciudades hay anarquistas que se involucran porque aunque el movimiento no sea tan radical como quisieran, lo ven como una oportunidad de compartir herramientas, experiencia, inspiración, y un análisis más profundo e histórico sobre la situación social, económica, y política actual.  También, en todas las ciudades, hay anarquistas que se abstienen. Cuenta un compañero en uno de los miles de debates:
“Anarquistas por todas partes se  quejan y critican el reformismo del movimiento Occupy.  Considero esta actitud legítima y problemática a la vez…Nosotras que hemos estado involucradas en los movimientos anarquistas desde hace mucho tiempo tendemos a ser escépticos hacia movimientos sin una ideología bien definida, y con razón…Pero este cinismo a veces nos hace ciegas a eventos y acciones que logran capturar la imaginación popular de una manera que no podemos predecir o controlar. 
Algunas de las acciones más emocionantes durante la rebelión en Grecia fueron al principio condenados por anarquistas por la “inocencia” de la gente que participó, pero luego se transformaron en asambleas generales amplias donde asistían obreros, jubilados, amas de casa, inmigrantes, y los anarquistas mismos.  Los anarquistas abrieron el espacio y aseguraron que se escuchasen voces diversas.  Las palabras y acciones que luego surgieron de estas asambleas populares no eran las más “sofisticadas” ideológicamente, pero eran palabras y acciones que surgieron de asambleas auténticamente populares que respondían a problemas prácticos, legítimos y reales, en vez de puras consignas… La verdad es que creo que debería emocionarnos que la gente de fuera de nuestro “medio militante” está tomando las calles y manifestando un discurso tan radical como “Ocupar____”… Si esto no es una oportunidad para radicalización a gran escala, no sé qué podría serlo…
El ISO y su grupo son muy adeptos a secuestrar coaliciones.  Eso es debido a que son autoritarios y vanguardistas.  No propongo que nos volvamos como el ISO, pero creo que deberíamos meternos en coaliciones, agitar e intentar guiar el movimiento por una dirección más libertaria y radical, y no excluir a cada quien que no lleve una cresta o tenga el mismo vocabulario sofisticado como nosotros….
Esto ya dicho, en cualquier coalición, está claro que hay que ser muy cuidadosos con la infiltración de gente de derechas.  Por una parte creo que vale la pena involucrarnos en el movimiento simplemente para evitar que se lo agarren los derechistas. El ala anti-inmigrante de la derecha “libertaria” intentó infiltrar el movimiento contra la guerra, con consignas como “Que regresen las tropas, que los pongamos en la frontera”… Si la derecha agarra este movimiento durante su formación, podría ser bien peligroso.  No queremos estar en coalición con estos cabrones, pero tampoco queremos dejarles apoderarse y guiar el movimiento.
Y al final, puede ser que fracasemos.  Tal vez invertiremos mucho tiempo y energía en este fenómeno nomas para ver que luego se termina sin lograr nada.  Pero si no se muere, y mientras hemos estado ahí al lado simplemente observando, ¡Qué fracaso más grande sería eso!  ¿Queremos ser agentes o espectadores de la historia?”
Creo que podemos constatar que la presencia e influencia anarquista en este movimiento ha sido significante.  Por la influencia anarquista en su organización inicial, y cómo los anarquistas han guiado sus formas y procesos internos desde entonces. Además, el hecho que no hay “demandas claras” (una crítica común en los medios comerciales) tiene que ver con el hecho de que la mayoría de la gente involucrada no tiene ni una pisca de fe en el Estado para resolver la situación económica.  Muchos dicen “no vamos reclamar nada del Estado, ni respetar su autoridad para pedirle cosas, el reto es  buscar otra manera de hacer la sociedad aquí y ahora mismo”.  De una manera esta posición es implícitamente anarquista.  Es cierto también que ni el movimiento, ni muchos involucrados son explícitamente anarquistas, y mucha gente involucrada no tiene una línea política clara, ni un claro análisis histórico del Estado o del capitalismo.  Nosotros los anarquistas tomamos todo eso en cuenta, reflexionamos, debatimos, y al final cada cual decide de manera autónoma si quiere involucrarse o no, y tratamos de respetar las decisiones de los demás.
* Escrito el 21 de octubre 2011 en Austin, Texas, EEUU, por Erica Lagalisse (Antropologa anarcofeminista, Adherente a la Zezta Internazional, traductora esporádica para El Enemigo Común, e integrante del Colectivo “Angry Grackle”)

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